
En una pastelería hubo una extraña asamblea de utensilios para arreglar sus diferencias.
El mortero ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar.
¿La causa?. Sencillamente "Hacía mucho ruido" y se pasaba todo el tiempo golpeando. El mortero aceptó su culpa, y pidió que también expulsaran al rodillo, -dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el rodillo aceptó, y pidió que expulsaran al rallador. Hizo ver que era áspero en su trato y tenía fricciones con los demás. El rallador estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el peso, que siempre controlaba a los demás, como si fuera el único perfecto.
Entró el pastelero e inició su trabajo. Utilizó el mortero, el rallador, el peso y el rodillo. Con sus aportaciones realizó una masa que se transformaría en un rico pastel. Cuando la pastelería quedó sola, se reanudó la deliberación. Tomó la palabra la varilla y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el pastelero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace útiles y valiosos". La asamblea encontró entonces que el mortero era fuerte, el rodillo alisaba y unía, el rallador era especial y que el peso era preciso y exacto. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
"No pensemos en nuestros defectos, concentrémonos en la utilidad de nuestras cualidades".
El mortero ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar.
¿La causa?. Sencillamente "Hacía mucho ruido" y se pasaba todo el tiempo golpeando. El mortero aceptó su culpa, y pidió que también expulsaran al rodillo, -dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el rodillo aceptó, y pidió que expulsaran al rallador. Hizo ver que era áspero en su trato y tenía fricciones con los demás. El rallador estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el peso, que siempre controlaba a los demás, como si fuera el único perfecto.
Entró el pastelero e inició su trabajo. Utilizó el mortero, el rallador, el peso y el rodillo. Con sus aportaciones realizó una masa que se transformaría en un rico pastel. Cuando la pastelería quedó sola, se reanudó la deliberación. Tomó la palabra la varilla y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el pastelero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace útiles y valiosos". La asamblea encontró entonces que el mortero era fuerte, el rodillo alisaba y unía, el rallador era especial y que el peso era preciso y exacto. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
"No pensemos en nuestros defectos, concentrémonos en la utilidad de nuestras cualidades".
No hay comentarios:
Publicar un comentario